La baguette, candidata de Francia a ser patrimonio inmaterial de la UNESCO
Francia va a presentar la baguette como candidata para ser patrimonio inmaterial de la UNESCO. Así lo anunció la ministra de cultura Roselyne Bachelot-Narquin el pasado 26 de marzo. “Si esta candidatura nacional tuviera éxito, la inscripción de este elemento permitirá concienciar de que una práctica alimentaria que forma parte de la vida cotidiana, compartida por todo el mundo, constituye un patrimonio en toda regla", afirma. La aceptación o no por parte de la UNESCO se dará a conocer en otoño de 2022.
Bachelot-Narquin también ha querido recordar que el número de panaderías en el país galo no deja de disminuir, sobre todo en comunidades rurales. “En 1970 había 55.000 panaderías artesanales (una por cada 790 habitantes) frente a las 35.000 de hoy en día (una para 2.000 habitantes), a menudo en beneficio de la venta de baguettes producidas industrialmente”. Con esta candidatura, promovida por la Confédération Nationale de la Boulangerie et Boulangerie-Pâtisserie Française, se espera sensibilizar al público en general y frenar este declive promoviendo aún más el sector artesanal.
La baguette es el tipo de pan más popular en toda Francia. Su origen se remonta a los panes largos del siglo XVII, pero su consumo se generalizó durante el siglo XX. Su composición es sumamente sencilla, comprendiendo tan solo cuatro elementos (agua, harina, sal, levadura o masa madre), pero su elaboración requiere un saber hacer que implica una sólida formación y una dilatada experiencia. Cada panadero, jugando con el terruño, la dosificación, el amasado, el punteo (tiempo de fermentación), el modelado y la cocción, obtendrá una baguette única.