La Mostra de Pastisseria de Sant Vicenç mantiene y afina su propuesta
Los pasados 25 y 26 de enero se celebró la III Muestra Internacional de Pastelería de Sant Vicenç dels Horts, dentro del programa de actividades de su Mostra Comercial, Agrícola y Gastronómica. Como en pasadas ediciones, la plaza del Ayuntamiento albergó una carpa en la que se desarrollaron hasta 10 talleres de pastelería, todos ellos firmados por chefs de máximo prestigio. La fórmula se consolida con una voluntad de acercar la alta pastelería artesana al gran público en un clima donde el protagonista absoluto es la creatividad de cada chef, su capacidad pedagógica para mostrar la complejidad y delicadeza de cada elaboración, y, finalmente, la degustación en directo de los productos elaborados. Como novedad, en esta edición se ha incorporado un servicio permanente en directo de interpretación del lenguaje de signos y una realización de vídeo todavía más trabajada, de la que saldrán sus correspondientes vídeos en abierto de cada una de las sesiones.
El cartel de chefs convierte la Mostra de Pastisseria en un evento de primer nivel para el sector, no es casualidad que durante las dos jornadas se acercaran a la cita profesionales pasteleros interesados también en las propuestas que se iban desarrollando en directo. El disparo de salida lo dio Maurici Cot con su pastelería adaptada sin gluten y sin lactosa, mostrada a través de unas sabrosas creaciones con la cereza como protagonista. Ricard Martínez exhibió la filosofía gustativa y técnica de EspaiSucre con un divertido “coco de feria”, una versión gourmand de autor de este clásico popular. Saray Ruiz retrocedió unos meses atrás a su gesta victoriosa, en el último Trofeo Lluís Santapau, y mostró algunos de los bombones que le sirvieron para la victoria.
Ya por la tarde, Enric Monzonis compartió su filosofía pastelera, con un ADN muy culinario, a través de una choux de avellana en la que todo estaba pensado al detalle, convirtiendo este postre en una pequeña joya con ingredientes de proximidad. Eric Ortuño por su parte, mostró su estilo de pastelería amigo de los trampantojos, en este caso en forma de medio limón, pero en la que el compromiso por obtener el máximo placer gastronómico es inesquivable, una nota habitual en su establecimiento y escuela L’Atelier.
Después de la entrega de los galardones Fava de Cacau a las Mejores Pastelerías del sábado por la noche, la Muestra continuó el segundo día con los postres extremadamente naturales de Joanna Artieda. La chef propuso unas tatins de manzana y con sidra, sin azúcar añadido. Le sucedió en el escenario Daniel Álvarez con su filosofía de bollería Sweet Devotion y unas napolitanas crujientes de fina masa hojaldrada. El toque más internacional lo puso la coreana Eunyoung Yun, que mostró la genialidad de sus éclairs de autor, uno de sus productos estrella en Seúl. La técnica Stéphanie Vastel apostó también por el producto de proximidad y por priorizar el sabor y la frescura antes que la estética. Para ello elaboró una tartaleta de avellana y café. El programa lo completó Sergio Ortiz con su mantequilla de aceite de oliva especial para pastelería. El pastelero onubense exhibió la calidad e intensidad en productos de bollería utilizando un producto tan mediterráneo como el aceite.
La especialista en Cake Design Carla Rodrigues y el artista en azúcar Peppe Leotta se encargaron del lado más artístico de la Muestra con un taller permanente de piezas que desarrollaron durante los días de la cita. Eugeni Muñoz, principal impulsor de la iniciativa, ha compartido con nosotros la satisfacción por el buen devenir del certamen, y no descarta que la organización asuma una ampliación del espacio y otras medidas adicionales para la próxima edición. El objetivo principal del evento, acercar al público de a pie la belleza y exigencia técnicas que tiene la pastelería artesana, quedó sobradamente cumplido.
Los protagonistas de La Mostra