Un deportista alemán recorre 10.000 km para promover el comercio justo de chocolate
El alemán Guido Kunze es el protagonista de un bonito proyecto que quiere poner el foco en el esfuerzo que supone producir el chocolate. Deportista extremo, que cuenta en su haber con varios retos mundiales como el de ser el ciclista en cruzar en menos tiempo Australia de este a oeste, un buen día cogió su bicicleta y se fue a Sudamérica con la idea de transportar granos de cacao directamente a Europa sin necesidad de intermediarios.
La idea surgió en el supermercado junto a su hijo. Les sorprendió ver una tableta de chocolate de apenas 39 céntimos, empezó a bromear sobre cuánto dinero habría que invertir para vender chocolate y se dio cuenta de que sólo se podía ofrecer ese precio si el agricultor apenas cobrase nada. Así empezó su cruzada sobre la importancia del comercio justo.
La ruta, que empezó en Ecuador y Colombia, ya le ha llevado a Lisboa, Andalucía, Valencia, Barcelona, Montepellier y Mónaco. La idea es acabarla en Alemania, en Erfurt, la ciudad donde vive, donde quiere elaborar una edición numerada y limitada de chocolate con los granos de cacao que transporta, con la ayuda de su amigo chocolatero Alex Kühn. El recorrido lo está realizando en compañía de un equipo de televisión que quiere rodar un documental con fines educativos.
No es la única iniciativa que anima a pensar sobre la producción de chocolate. Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Manchester ha analizado los impactos ambientales del ciclo de vida de los productos de chocolate elaborados y consumidos en el Reino Unido, llegando a la conclusión de que un kilogramo de chocolate requiere aproximadamente 10.000 litros de agua y emite 2,9 - 4,2 kg de CO2. Un informe que no persigue que la gente deje de consumir chocolate, pero sí despertar conciencias.