La flora intestinal, responsable de los beneficios del chocolate negro
Un estudio reciente firmado por la Universidad de Luisiana y presentado en la última gran gala de la Asociación Americana de Química (ACS), la agrupación científica de mayor tamaño en el mundo (161.000 miembros), ha puesto al descubierto cómo operan las propiedades cardiosaludables del chocolate negro en nuestro organismo, un misterio que se había resistido a la ciencia hasta la fecha. Ciertas bacterias de nuestra flora intestinal son las responsables de absorber este chocolate, fermentarlo y convertirlo en componentes antiinflamatorios que pasan a la sangre y ejercen su papel benefactor para el corazón.
El anuncio se ha producido en el reciente 247 Encuentro Anual de la ACS celebrado en Dallas (Texas). Microbios “buenos” que habitan nuestros intestinos, tales como el Bifidobacterium y la bacteria del ácido láctico se nutren del chocolate negro para crecer y fermentarlo, produciendo unos polímeros de menor tamaño responsables de esa acción antiinflamatoria. En particular son los polifenoles y antixodantes del cacao, tales como la catechina y la epcatechina, además de una pequeña cantidad de fibra, la que es pobremente digerida por el estómago y alcanza nuestro colon, donde los microbios “buenos” aprovechan su oportunidad.
El comunicado aclara que estas bacterias intestinales no tienen nada que ver con otras bacterias que pueden habitar el intestino, como por ejemplo la Cloristridia y la E. Coli y que provocan toda clase de efectos adversos tales como flatulencias y diarrea.
John Finley, doctor en física responsable de las investigaciones, ha añadido además que una dieta que combina el chocolate negro con la ingestión de prebióticos redunda en una mejora generalizada de la salud. Estos prebióticos se encuentran por ejemplo en alimentos como el ajo crudo o la harina integral de trigo y, aunque nosotros no podemos digerirlos, contribuyen a este papel antiinflamatorio que luego desencadenan los microorganismos buenos de nuestra flora intestinal. La combinación de chocolate negro con frutas como la granada y el acai también apuntan hacia ese papel cardiosaludable. John Finley confía en que la industria alimentaria sepa aplicar estos descubrimientos a sus estrategias futuras de lanzamientos.