“Mi mentalidad es de todo o nada”
Lluc Crusellas
Un concurso con un solo concursante. Las anómalas circunstancias que hemos sufrido durante los últimos meses han alterado cuando no cancelado numerosas actividades del sector pastelero y chocolatero. Y el World Chocolate Masters, el gran campeonato internacional impulsado por Cacao Barry, no ha sido ajeno. El joven pastelero catalán Lluc Crusellas se presentaba ante el jurado el pasado 4 de octubre como el único candidato con garantías para conseguir el objetivo, convertirse en el representante español para la gran final que tendrá lugar el próximo año en París. Desde Dulcypas tuvimos la oportunidad de presenciar en directo su "alternativa" y dedicarle un amplio reportaje en el número 485 de la revista (ver sumario).
Lo que a priori podría parecer una tarea sencilla no lo era, ni mucho menos. Incluso existía una pequeña “trampa” escondida. Crusellas debía preparar el concurso con la misma exigencia que si hubiera tenido que competir contra otros contendientes, pero es que además tenía que superar una nota previamente establecida que ni siquiera el jurado conocía para no verse condicionado. Esta es la entrevista publicada en la revista que refleja las impresiones del candidato una vez supera satisfactoriamente la prueba. En la edición de la revista podéis conocer más detalles de su actuación y disfrutar de las recetas y conceptos que desplegó para hacerse merecedor del puesto de finalista en la prestigiosa competición internacional.
Tras ocho intensas horas de concurso y cuatro pruebas de altísimo nivel, todo ello ante la atenta y rigurosa mirada de un jurado formado por Saray Ruiz, Sergi Vela, Miquel Guarro, Óliver Peña, Albert Daví y Enric Rovira, Crusellas pasó la reválida con un notable alto, un 8,2, superando con solvencia la nota de corte establecida en un 7,5. Pero más allá de la puntuación obtenida, el pastelero, que trabajó con una admirable serenidad y con máxima pulcritud, dejó unas sensaciones que permiten ser optimistas de cara a sus opciones en la gran prueba final.
El candidato español se medirá a otros 21 concursantes de otros tantos países de todo el mundo en una edición, la octava, que desafía a los candidatos a repensar el pasado y a crear un futuro brillante, inspirado en el diseño, la ciencia y la tecnología. El lema es “pensar como un diseñador, actuar como un emprendedor y crear como un maestro”.
"Decidí presentarme como un reto más para mejorar no solo como pastelero sino también como persona"
¿Por qué decidiste presentarte al WCM? ¿Cuáles son tus objetivos?
Decidí presentarme a este WCM como un reto más para crecer, aprender, motivarme y sobre todo mejorar no solo como pastelero sino también como persona. También contando en todo este proyecto con mi equipo para que fuera una motivación para todos, que nos uniera y realmente así ha sido. Porque sin equipo nada de esto sería posible.
¿Qué significa para ti convertirte en candidato para la gran final del WCM?
Significa una motivación más, un objetivo más al que dirigirme y de auto exigirme al máximo para afrontar el reto de París 2022. La mentalidad es clara: constancia, esfuerzo y buscar la perfección en cada una de las diez pruebas que habrá en la final. Sobre todo también nutrirme de la opinión de gente experta en concursos y aprovechar al máximo este año de preparación. También creo que es un reconocimiento a todo el esfuerzo. No solo mío sino de toda la gente que me ha ayudado en este proyecto.
"La mentalidad es clara: constancia, esfuerzo y buscar la perfección en cada una de las diez pruebas que habrá en la final".
¿Cuáles crees que son tus opciones? ¿Hasta dónde aspiras?
Siempre he pensado que mi mentalidad es de todo o nada y por este motivo, si he llegado hasta aquí, voy a ir a por todas con el 100% de preparación, con toda la fuerza e ilusión, y sobre todo con las ganas de representar al más alto nivel a todo este sector. Al final pienso que tanto los concursos como todos los objetivos que uno se propone, se basan en constancia, esfuerzo, dedicación pero sobre todo actitud.
¿Cómo te defines como profesional?
Soy una persona muy conectada con la naturaleza. Para mí, la pastelería es la visión más amplia de un proceso creativo y la comparación perfecta es el ascenso a una montaña; lento, progresivo, siempre observando y sobre todo siendo constante.
"Para mí, la pastelería es el ascenso a una montaña; lento, progresivo, siempre observando y sobre todo siendo constante".
¿Y cómo debe ser la pastelería?
En mi opinión, mucho más fresca, resaltando los productos de de temporada. Lo más importante es aprovechar y utilizar los ingredientes de proximidad. Cuidar los productos y de los productores de nuestro entorno es esencial.