“Hemos marcado el camino de muchos eventos en Sudamérica, por eso debemos innovar cada año”
María Isabel Rojas, gerente de Habemus Dulcis
¿Qué pasos se suceden hasta llegar a la primera edición de Habemus Dulcis?
Comencé la iniciativa de traer Chefs profesionales de pastelería con la intención de capacitarme yo y luego se transformó en una empresa con una firme convicción: capacitar de manera correcta en base a técnica e investigación, con los mejores chefs de distintas áreas de la gastronomía.
Comencé esto hace 5 años, que es cuando nace Bakery Depot, porque yo necesitaba seguir capacitándome en pastelería. En esa época la enseñanza y capacitación en mi país era muy básica y mezquina. Y mi inquietud pasaba por aprender de los mejores. Por lo que contacté con varios chefs en Europa, recibí muchas negativas, pero hubo uno que dijo que sí y el sueño comenzó: Carles Mampel.
Durante 4 años realizamos formaciones en hoteles como eventos con importantes chefs pasteleros, cocineros, baristas etc. En 2015, después de la primera versión del Habemus Dulcis, inauguramos nuestro espacio propio Sweet Studio, un taller para dar clases prácticas para doce personas con todas las comodidades necesarias. Este año tenemos previsto dotar de tecnología a este dulce espacio.
¿Qué inquietud te lleva a organizar un evento de estas características?
Habemus Dulcis, en referencia a nuestra lengua madre que es el latín, es parte de la misión de nuestra empresa que es: evolucionar y revolucionar la pastelería en Bolivia y Sudamérica. El objetivo es que más gente tenga acceso a capacitación de primer nivel, sin necesidad de viajar o desplazarse.
Habemus Dulcis cumple la premisa de crear comunidad entre profesionales, amateurs y comensales con el fin de concienciar a la nueva generación de pasteleros de utilizar productos naturales, de conocer técnicas para lograr un resultado con sabores depurados y del respeto inquebrantable a nuestro comensal, ofreciéndole un producto que en principio no sea dañino para su salud y sea una experiencia de sabores reales en su paladar.
¿Qué novedades se van a encontrar los asistentes con respecto a la primera edición?
Son siete los chefs que nos visitan: Alejandro Méndez de El Salvador; Daniel Álvarez, Lluís Costa y Jordi Puigvert de España, Melissa Coppel de Estados Unidos, Luciano García de Argentina y el brasileño Ricardo Árriel. Este año incluimos el barismo a nuestro portfolio de chefs, el café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y va de la mano de la pastelería para lograr una experiencia completa como acompañamiento.
Cada chef dará una especialidad en clases de cuatro horas. Un total de siete clases demostrativas.
En esta segunda edición incorporamos una Feria del Sector Gastronómico de proveedores, productos y servicios. Además de degustaciones de nuestros Chefs invitados para nuestro público en general en la Feria, esto con la intención de crear comunidad y llegar a más personas para que puedan entender nuestra filosofía de trabajo respecto a técnicas e ingredientes.
“En esta segunda edición incorporamos una Feria del Sector Gastronómico de proveedores, productos y servicios”
¿Qué prioridades os habéis marcado en esta ocasión?
Habemus Dulcis ha marcado el camino de muchos eventos que se han realizado luego en distintas partes de Sudamérica. Por lo que, al ser líderes, debemos innovar cada año y marcar tendencia con el fin de crecer y llegar a más personas. Nuestra principal prioridad es transmitir conocimientos de investigación a la nueva generación de pasteleros de Bolivia y Sudamérica. Esto es indudablemente el camino para lograr que en los próximos años Bolivia sea referente de buena y alta pastelería, con el fin de lograr ser un polo turístico gastronómico para el mundo.
Este año nuestro eslogan es “Somos la cereza de la Gastronomía” y hace referencia a que la gastronomía dulce en general es la que se disfruta al final de un almuerzo, una cena, festeja un cumpleaños, enamora y acerca a las personas. Es lo que involucra un todo y logra el toque final.
¿Cuáles son los principales retos a corto plazo a los que se enfrentan los pasteleros bolivianos y latinos comprometidos con la calidad?
Los principales retos a mi entender son: ingredientes, conocimiento y humildad. Los ingredientes en mi país están muy tergiversados por la industria y existe falta de información sobre cuáles utilizar. La concienciación e información sobre los productos son imprescindibles para que las personas tengan conocimiento verdadero sobre lo que utilizan y que a partir de ahí puedan elegir. La humildad va de la mano de quien nunca termina de aprender y siempre está en la constante búsqueda de la superación, la idiosincrasia de mi gente tiende a ser muy cerrada, muchas veces pecamos de creer saberlo todo.
¿Cómo crees que va a cambiar la situación actual, o cómo está cambiando ya, en lo que a alta pastelería en Bolivia y Latinoamérica se refiere?
Creo que comenzamos a ver frutos, pasteleros que entienden cómo se logra el rigor del saber hacer de la alta pastelería. Personalmente manejo dos conceptos claros y definidos, que transmitimos a las personas que se capacitan con nosotros: el hacer buena pastelería y la alta pastelería. Una cosa lleva a la otra.
Buena Pastelería: el arte de utilizar ingredientes naturales en base a una técnica para lograr hacer pasteles, postres y demás con la conciencia del pastelero y el respeto hacia el comensal. Alta Pastelería: el arte de utilizar ingredientes naturales en base a técnicas de investigación y desarrollo con la combinación de tecnología, ingredientes, conocimiento y creatividad en la continua búsqueda de la perfección, con el fin de lograr experiencias satisfactorias de sabores, texturas etc. en cada bocado; con la conciencia del pastelero y el respeto hacia el comensal.
"La concienciación e información sobre los productos son imprescindibles para que las personas tengan conocimiento verdadero sobre lo que utilizan y que a partir de ahí puedan elegir”
¿Qué interés has detectado por libros y revistas profesionales como las de Grupo Vilbo en el entorno en el que te mueves?
Soy coleccionista de libros y transmito el valor que tiene el invertir en buenos libros. Grupo Vilbo tiene el activo intangible más importante que debería tener cualquier empresa, que es la credibilidad. En cada número imparte conocimiento de nivel y tiene el compromiso con los chefs que ocupan sus páginas de dar de forma desinteresada sus fórmulas correctas, eso es un valor que su lector lo fideliza, reconoce y aprecia.
¿Y el consumidor de a pie, ¿está demandando productos de calidad más parejos a lo que por ejemplo es más habitual en países europeos?
El informar a nuestro comensal sobre lo que hacemos, los ingredientes que utilizamos, las técnicas que aplicamos, la tecnología con la que trabajamos es tan importante como la transmisión de conocimiento a los pasteleros. Porque el crear comunidad que involucre al ciudadano común es la única forma de hacer ruido y lograr ser parte del día a día. Dotar del poder del conocimiento al comensal acerca de lo que se está llevando a la boca y lograr posicionar la buena y alta pastelería como la opción que todos deberíamos elegir es un desafío que es parte de nuestra misión y visión a medio y largo plazo.
“Dotar del conocimiento al comensal acerca de lo que se está llevando a la boca y lograr posicionar la buena y alta pastelería como la opción que todos deberíamos elegir es nuestro desafío a medio y largo plazo”
¿Quieres añadir algo más relevante respecto a la nueva edición de Habemus Dulcis?
¡Bienvenidos! a todos los lectores de Grupo Vilbo en especial a los de Sudamérica que deseen conocer Santa Cruz de la Sierra y ser parte del Congreso/Feria dulce más importante de Bolivia y Sudamérica del 19 al 23 de Abril 2016. Serán 5 días de intensa capacitación con un cartel de 7 de los mejores Chefs que tiene el mundo. Vamos aprender, compartir y ser parte de esta dulce magia. Este año “Somos la Cereza de la Gastronomía”.