Los edulcorantes, ¿la mejor alternativa al azúcar añadido?
En los últimos años la “demonización” del azúcar ha ido acompañada de la exaltación de los edulcorantes. Ahora, la controversia sobre las bondades de este fenómeno vuelve a la palestra a raíz de un artículo publicado en El Periódico.
En 2019, en España se firmó el Plan de colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas 2020, que incluye la reducción del 5% de azúcares añadidos y grasas saturadas en bollería y pastelería para ayudar a prevenir el sobrepeso. ¿Pero la mejor opción es sustituir este azúcar por edulcorantes? Desde el punto de vista nutricional, la OMS y la Organización Panamericana de la Salud han señalado que no son recomendables. Los estudios científicos realizados hasta la fecha -según este reportaje- muestran que pueden modificar la microbiota intestinal, afectar al metabolismo de la glucosa, los procesos de pérdida de peso o la conducta alimentaria. El problema es que aún no hay datos tan concluyentes sobre sus efectos a largo plazo como para que las autoridades hayan dado el paso de no recomendarlos.
Y nos preguntamos, ¿en vez de apostar por los edulcorantes, no sería preferible concienciar a los consumidores sobre los beneficios de reducir el umbral de dulzor? Son muchos los grandes chefs que proponen desde hace mucho tiempo una pastelería con menos azúcares y grasas, respetando los sabores naturales de los ingredientes y sin renunciar al placer de lo goloso.
Azúcar sí, en su justa medida. Más que reducir calorías -que también-, se trata de dar a nuestro cuerpo los nutrientes adecuados, sin tener que sacrificar el sabor.
