Reinvéntate y anda
Cuando una palabra o expresión hace fortuna, el uso y abuso que se hace de ella es ya imparable. Esto es exactamente lo que ha pasado con el verbo “reinventar”, y más concretamente con su forma reflexiva “reinventarse”. Nuestro sector no es una excepción. Reinventarse es la solución mágica a cualquier problema. Si tus ventas han caído, tienes que reinventarte, si tu escuela no tiene alumnos, solo debes reinventarte, si no encuentras trabajo, ya sabes, reinvéntate.
Nos surgen algunas preguntas al respecto: ¿Qué significa exactamente eso de reinventarse? ¿Es gratis? ¿En cuánto tiempo se reinventa uno, teniendo en cuenta que las facturas no esperan? ¿Está al alcance de todo el mundo? ¿Hay algún curso en el que se enseñe esta milagrosa disciplina? ¿O tiene que ver con la fe (reinvéntate y anda)? Mario Alonso Puig, médico, cirujano y autor del libro “Reinventarse. Tu segunda oportunidad”, define el concepto como “cambiar la forma de ser y de estar en el mundo. Para ello, uno ha de salir de su zona de confort...”.
El problema de estas teorías es cuando colisionan directamente con la realidad. Los que buscan en lo de reinventarse una tabla de salvación, o al menos la mayoría de ellos, es porque ya han salido de su zona de confort, pero no por decisión propia, sino expulsados de esa “comodidad” por las circunstancias.
Mientras los teóricos y coaches concretan sus recomendaciones en algo más práctico y realista, nosotros proponemos, en lugar de reinventarse, conjugar otro verbo menos embaucador: reafirmarse. Y hablamos de reafirmarse en la identidad artesana, en la frescura de los productos, en la calidad de los ingredientes, en la profesionalidad, en la idea de seguir aprendiendo, de mejorar... No es milagroso, pero sí está en nuestra mano.