Tomar la iniciativa
La pastelería como sector, e incluso como oficio, siempre se ha reprochado su escasa visibilidad social, algo más que evidente si se la compara con la muy mediática cocina. Mientras el cocinero ha conseguido un estatus y un prestigio social y goza de una presencia casi permanente en la escena, el pastelero solo aparece en los medios cuando la actualidad obliga a hablar de roscones de reyes o cocas de San Juan, y muy poco más. Tampoco ayudan algunos concursos/realities que se sirven de la pastelería como temática/excusa, pero que terminan poniendo el foco en otras cuestiones de índole menos profesional y más sentimental, como ocurre con todo reality.
Conscientes de que la mejor manera para que la sociedad te mire es darle motivos, por supuesto positivos, los responsables del gremio de pastelería de Barcelona decidieron transformar su endogámico encuentro anual en una gala con glamour y un contenido más mediático, los premios de la pastelería catalana. Este cambio supone, creemos, un paso en la buena dirección. En cualquier caso habrá servido para renovar una fiesta gremial caduca, actualizarla y hacerla más atractiva para el propio sector, especialmente a ojos de los más jóvenes. El tiempo dirá si la institucionalización de estos premios tiene un reflejo en la sociedad y si el sector en su conjunto se beneficia.
Aunque para muchos medios de comunicación la pastelería sigue siendo invisible, o simplemente la abordan como algo festivo, frívolo y de escaso valor gastronómico, no conviene desanimarse. Eventos como el del gremio barcelonés, premiando públicamente a sus mejores representantes y comunicándolo, suponen una excelente manera de tomar la iniciativa. Así que enhorabuena.