100 establecimientos de visita obligada
Un año más nos hace feliz acercar a todos nuestros lectores Dulcypas Book, esa fotografía del momento actual que analiza la ingente cantidad de información que pasa por las manos de nuestra redacción, para seleccionar aquellos fenómenos más relevantes que han venido, están viniendo o están a punto de llegar, pero sobre todo que lo hacen para quedarse. En esta ocasión no obstante, hemos querido darle un ligero cambio al formato. Si bien nos parece oportuno seguir manteniendo la cantidad de 100 instantáneas para trazar esa fotografía del momento sin perdernos nada relevante, esta vez hemos querido bajar a la arena, a pie de calle, para poner el micro, y la cámara, en los establecimientos.
Estamos muy satisfechos en la revista dando cabida a los profesionales que sobresalen con su talento e innovación, porque justamente son ellos los que mejor pueden ejercer de guía para hacer evolucionar el sector intentando que cada día sea un poquito mejor que el anterior. Pero en muchas ocasiones, estos profesionales no están del todo conectados con esa dosis de realismo que proporciona levantar una persiana, poner unos productos en un escaparate y esperar a que el consumidor se fije en ellos, los compre y convierta esa actividad en algo, sino jugosamente rentable, como mínimo sostenible.
Es por eso que este Book 2018 se detiene exclusivamente en establecimientos, selecciona del amplio sector aquellos profesionales y lugares que han hecho de su trato con el cliente la clave y el sentido de su éxito. Está muy bien pregonar una cultura del pan de calidad, pero todavía está mejor hacerla realidad creando un negocio de la nada y convirtiéndolo en algo popular. Lo mismo ocurre con aquellos postres al final de una comida que mantienen o elevan la media del menú ingerido hasta el momento; o con los repertorios de pastelería salada; o con las heladerías preocupadas por dar algo más que una golosina a sus clientes; o por las tiendas que siguen creyendo en la elaboración propia de surtidos de bollería y chocolate brillando con el resultado.
Los 100 establecimientos que encontraréis en esta entrega están desparramados por toda nuestra geografía y son el mejor exponente de que los discursos por hacer las cosas bien, combinados con una necesaria dosis de realidad, tienen un efecto real y continuado en el tiempo. Negocios familiares centenarios que han sabido mantener su vigencia con el paso de las generaciones; artesanos mecanizados que saben extender el alcance de una especialidad sin renunciar a dar un producto fresco y de calidad; incluso nos damos un viaje por otros lugares del mundo con el fin de ampliar ese repaso a grandes templos que rinden culto al buen hacer en un lenguaje universal, comprensible para todos.