La devoción por las buenas masas de Daniel Álvarez en la Chocolate Academy
Es uno de aquellos cursos que tiene lista de espera. De hecho, uno de los cursillistas asistentes llevaba dos años intentando acudir infructuosamente, por encontrarse siempre colgado el cartel de completo. La bollería artesana vive un momento de máximo interés en el sector y cada vez hay más profesionales que quieren perfeccionar su dominio con estas masas, alcanzar en la medida de lo posible la categoría de excepcional con sus brioches, ensaimadas, croissants, milhojas… cuando no animarse directamente con el panettone.
Daniel Álvarez se ha erigido en el perfecto exponente de este camino. Su curso es uno de los más consolidados y exitosos en el programa semestral de la Chocolate Academy de Barcelona y lo suele impartir dos veces al año. Esta semana lo ha vuelto a conseguir. Se ha vuelto a poner a sus cursillistas en el bolsillo en una formación que se ha alargado tres jornadas y que ha arrancado con los fundamentos del trabajo de las masas laminadas, para poco a poco vestir un buffet con una veintena de productos diferentes.
Josep Maria Ribé, el director de la Chocolate Academy, participa en la clausura final del curso, y comenta cómo ese repertorio final de roscones, kouign amann y bostocks es de los que más placer produce al paladar entre todo el exquisito programa de cursos que realiza el centro anualmente. Algunos de los asistentes se lleva además el nuevo y flamante libro de Daniel bajo el brazo, Sweet Devotion, estrechamente emparentado con el surtido final de productos que presenta este curso.