Vuelven las incertidumbres sobre el consumo mundial de chocolate en el futuro
No es que seamos muy amigos de estimaciones catastrofistas, al contrario, y menos cuando hablamos de un producto sobre el cual en los últimos años han recaído tantos intereses especulativos procedentes de fondos de inversión. Sí, nos referimos al cacao. No es nuevo el rumor de que algunos expertos vaticinan un problema grave de abastecimiento de la demanda a partir del año 2020, con motivo del incremento exponencial de la demanda (básicamente en países asiáticos como China o la India) y de la reducción al mismo tiempo de la producción.
Son rumores basados a menudo en verdades a medias, pero que en los últimos días han ganado cuerpo a raíz de unas supuestas declaraciones de máximos representantes de las compañías Mars y Barry Callebaut, dos de los principales fabricantes mundiales de chocolate. Los datos en los que basan sus advertencias son ciertamente preocupantes. Por un lado llevamos dos años en déficit, es decir, con un consumo de chocolate superior a la producción anual de cacao. Por otro lado, las perspectivas no son mucho mejores cuando conocemos las dificultades por las que están pasando países productores como Ghana y Costa de Marfil (ambos producen más del 50% del total de cacao cultivado) durante los últimos años, a causa de la sequía o de enfermedades y hongos que atacan la planta, caso de la moniliasis o “frosty pod”.
Ciertamente, el aumento de la demanda del consumo debido a países como China y la India en un contexto así no genera mucha tranquilidad. Sin embargo, ya se están dando a conocer los resultados de una nueva variedad de cacao tratada científicamente y que está consiguiendo un rendimiento de producción hasta siete veces superior a las variedades convencionales. Eso sí, con un resultado gustativo muy alejado del estándar habitual. No es menos cierto, asimismo, que a excepción del déficit apuntado al último año, en general la producción del cacao había aumentado en las últimas décadas al mismo tiempo que la demanda también lo hacía.
Sin embargo, empresas multinacionales como Hershey’s ya han aplicado un aumento hasta del 60% del precio de venta de sus tabletas en los últimos dos años, y se supone que otras grandes firmas seguirán su camino en el futuro. A tener en cuenta además el hecho de que el porcentaje de cacao en los productos está aumentando al mismo ritmo que se van consolidando los mensajes de beneficios para la salud que aporta el chocolate negro, otro factor que incide en el crecimiento de la demanda a pesar del déficit en la producción.
Todo ello dibuja un panorama no muy alentador para el futuro. Tal vez la mejor noticia sea la expresa voluntad de algunos fabricantes por trabajar por un tipo de chocolate de una calidad muy alta. Una labor que se hace sobre el terreno con agrónomos especialistas y cuyo objetivo es preservar y mejorar los estándares de calidad y a la vez blindar el precio en origen del cacao, manteniéndolo al margen de los vaivenes especulativos que pueda sufrir esta industria en el futuro. El tiempo nos irá diciendo como estas realidades se van encajando y permiten preservar el chocolate gourmet de todos estos movimientos.
Fuente: Washington Post.