La Confitería más rocambolesca arranca en Girona
El juego, la diversión, el universo desenfadado y goloso de Ale Rivas y Jordi Roca llega ahora también a las golosinas en una primera tienda que abre sus puertas en el centro de Girona. El surtido de Rocambolesc Confitería es variado, con líneas destacadas de producto de larga conservación como las carambinas, las nubes, gominolas y tabletas de chocolate. Una tienda con un innovador interiorismo que ensalza el producto a granel como una manera de obtener una respuesta rápida de la aceptación o el rechazo de nuevos lanzamientos y que desgranamos en Dulcypas 490 (ver sumario).
Rocambolesc cumple su décimo aniversario y continúa haciendo gala de su gran vitalidad. Y en los últimos dos meses lo ha demostrado con la apertura de su primera heladería fuera de España, en Houston (EE.UU.), y con la reciente inauguración en Girona de Rocambolesc Confitería, una tienda consagrada al topping de los helados de Rocambolesc. Un establecimiento que sigue bajo el paraguas de la marca de la heladería y que nace por varias razones, según explica la responsable del negocio junto con Jordi Roca, Ale Rivas.
“En la heladería nos hemos ido quedando sin espacio para poder exponer más productos y no se acababa de entender que tuviéramos tantas referencias diferentes. También numerosos clientes nos pedían toppings para llevar y nos preguntaban si los teníamos en otro formato…”
Y pensando en dar respuesta a estas necesidades, Ale Rivas y Jordi Roca decidieron crear un espacio donde el protagonista fuera el topping.
Está claro que Rocambolesc se resiste a encasillarse. “Queremos abrir las puertas del mundo dulce en toda regla, no limitarnos a un producto sujeto a una temperatura como el helado, sino poder hacer también un chocolate más informal y festivo que el de Casa Cacao, así como gominolas, nubes, grageas y otros productos más orientados a la confitería”, declara.
“La idea es que Rocambolesc pueda englobar diferentes categorías, heladería, confitería, y de aquí a cinco años quizás pastelería, no lo sé. Es ir ampliando nuestro mundo dulce en el que podamos explorar diferentes tipos de conceptos, pero siempre bajo el paraguas Rocambolesc”
El producto de impulso de larga conservación es el protagonista del nuevo proyecto. De momento la pastelería fresca queda fuera de la ecuación. Y la estrella es la línea de grageas que denominan carambinas, con una conservación de hasta 8 meses. Se trata de un fruto seco, una gominola o una fruta deshidratada, que se envuelve con una fina capa de chocolate que puede ser de diferentes tipos y al que se puede agregar alguna esencia más para acentuar un determinado sabor. Por ejemplo, la referencia Ultravioleta se compone de arándano liofilizado, recubierto con chocolate blanco y aromatizado con aceite esencial de violeta. “Son como nuestros propios chocolate emanems, con diferentes colores y dulces, porque tampoco queremos limitar nuestra oferta de chocolate”. Otro ejemplo es Delitoffee, una carambina rellena de toffe semilíquido, envuelta con cobertura con leche y polvo de fruta de la pasión. “También tenemos las sablés de mantequilla y cacao de Rocambolesc Gelateria que cada vez nos pedían más”, apunta. Una oferta que se completa con propuestas tan divertidas como nubes de mandarinas, gominolas diseñadas con moldes especiales que combinan sabores como mandarina-albahaca-vainilla, arándano-limón-almendra amarga, y coco-violeta. Todos estos productos se elaboran desde el obrador central de Rocambolesc, dirigido por Tai Berrios. Tal y como se hace en Rocambolesc Gelateria, “también queremos jugar con las estaciones y festividades de Girona con productos como las tabletas de chocolate”, asegura Jordi Roca. Precisamente con motivo de la celebración de Temps de Flors “hemos realizado interesantes lanzamientos con las flores como protagonistas, como la Gominola de Rosa Damasco. Y para Sant Jordi y el Día Internacional del Libro hemos creado un cake especial, infusionado con rosa damascena, gel de cereza y cobertura con leche.
Situada a pocos metros de la heladería Rocambolesc del centro de Girona, la nueva tienda es esquinera y tiene una visibilidad privilegiada. Su interiorismo es fruto de una nueva colaboración con Sandra Torruella y Olga Pajares, que idearon el diseño del espacio de Rocambolesc. Está concebido para que pueda funcionar tanto como un establecimiento autónomo, como parte de una tienda en la que convivan la heladería y la confitería, algo que contemplan los responsables como posible proyecto de futuro.
“Queremos abrir las puertas del mundo dulce en toda regla, hacer helados pero también chocolates informales, gominolas, nubes, grageas…”
En este punto de venta de lo que se trata es de facilitar una venta a granel asistida, en la que el cliente pueda dejarse asesorar para escuchar las particularidades de un producto sencillo, goloso y divertido, y de valor añadido. Por tanto golosinas que necesitan ser explicadas, razona Ale Rivas. Además, el concepto de la tienda es diferente, domina una gran mesa central y el producto está expuesto en cajones convertibles en estantes. De esta manera la Confitería va cambiando el producto expuesto en las estanterías y los clientes pueden ir circulando alrededor de la mesa central, aportando un atractivo dinamismo a la tienda. Una de las ventajas del granel, argumenta Rivas, es que permite trabajar con tiradas cortas de producto y ver de forma muy rápida la respuesta de los clientes. “Algo que no pasa para nada con productos que se comercializan con embalaje porque se tiene que trabajar con cuatro meses vista como mínimo”, afirma. “Antes de abrir otras tiendas siempre nos gusta conocer todo lo que pasa con los productos, aprender de la tienda y del trabajo que nos da. Actualmente el funcionamiento de las heladerías está muy automatizado, corren muy solas, pero con la Confitería hemos empezado de cero con una nueva vía de negocio y tenemos que ver cómo va todo. Si funciona la replicaremos en el futuro”, confiesa Rivas.
Si bien es verdad que la Confitería nace pensando en la heladería, a medida que es una realidad “nos pasa que pensando en productos de la Confitería también se nos ocurren toppings para la heladería”, añade Ale Rivas. Son caminos de ida y vuelta que van a retroalimentar la creatividad de ambos negocios, Rocambolesc Gelateria y Rocambolesc Confitería.