Las monas-sombrero interactivas de Marc Rodellas | Pascua 2021 (IX)

En 2019, Marc Rodellas presentó l’Ou en ratlla para que padrino y ahijado jugaran juntos al clásico tres en raya; en 2020, en pleno confinamiento domiciliario, tuvo la idea de hacer unos huevos que se podían utilizar como careta, pero sobre todo impulsó la campaña Més Mones que mai (Más monas que nunca), que supuso un revulsivo para muchos pasteleros catalanes; y este 2021 ha vuelto a apostar por la interacción con una colección pensada para el divertimento del niño: las monas-sombrero. “Desde hace años, hago monas interactivas, busco que sean un complemento para el niño”, asegura.

“Desde hace años, hago monas interactivas, busco que sean complemento para el niño”

En la pastisseria familiar Rodellas en Sant Celoni (Barcelona), que dirige junto a su hermano Jordi, a este inquieto chef le encanta experimentar, investigar, innovar y hacer miles de pruebas. Y siempre en festividades como Navidad -recordemos, por ejemplo, el turrón eléctrico con flor de Sechuán- o Pascua, consigue sorprender con creaciones divertidas y arriesgadas que tienen muy buena respuesta entre sus clientes.

En la campaña de Pascua de 2021, el concepto lo tuvo claro desde el primer momento: “una mona que sirviera como sombrero y que los más pequeños se la pudieran poner en la cabeza para hacer la foto, junto antes de saborearla”, explica. La elaboración y producción han sido muy sencillas, “como tenía muy definida la idea en mi cabeza, ha sido un proceso rápido. Básicamente ha consistido en hacer los diseños y no han sido necesarias muchas pruebas”, explica. El concepto de sombrero es común en todas las piezas, pero reconoce que “no hay una sola temática, he ido creando personajes a medida que me venían a la cabeza. Hay desde dragones, gallinas, hasta un casco de vikingo, un cerdito o una gorra, y he tenido que frenarme porque el repertorio hubiera sido infinito”. Incluso ha creado un huevo solidario en forma de pecho femenino que va a donar a la Asociación Mugronets, que ayuda a mujeres sin recursos mastectomizadas por cáncer de mama. “Es una pieza que plantea la teta, no sólo vista como un elemento sexual la mujer, sino también como lactancia, maternidad, feminidad y como inspiración para muchos poetas y directoras de cine”, asevera.

“Como tenía muy definida la idea en mi cabeza, el proceso de elaboración y producción ha sido rápido”

Cada una de estas figuras está dividida en dos partes. Por un lado, el huevo, “un elemento que no puede faltar en la Pascua y al que le hecho un agujero”, y por, otro lado, una media esfera con un encaje, de esta manera no hay peligro de rotura o caída”. Respecto a los ingredientes, 100% chocolate desde la base hasta los ornamentos”.

Gorra homenaje a Broccolo

Esta mona, una de las más populares entre los clientes, está dedicada al pastelero venezolano Francisco Broccolo. “Debido al coronavirus no lo veo hace tiempo, pero es un gran amigo que acostumbra a lucir este accesorio, de ahí que la pieza incorpore la letra B”.

La gorra, de 25 cm de diámetro, está elaborada con chocolate negro, manteca de cacao y colorante negro. Para la letra dorada ha utilizado pintura de alcohol y metalizado, y la ha pintado con pincel. Por su parte, el huevo de color rojo está hecho a base de chocolate blanco, manteca de cacao y colorante rojo.

Casco de Vikingo

En este caso, Rodellas se ha inspirado en las monas de Hofmann firmadas por Miquel Guarro, ya que para él, el trabajo de otros compañeros, cuando está bien ejecutado, siempre es una fuente de ideas.

“Es una pieza más pequeña que la gorra, más comercial. También está elaborada con chocolate negra y blanca, y todos los acabados con pintura”.

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