El surrealismo de Pierre Marcolini en Mister Mystère | Pascua 2018 (IV)
Índice Pascua 2018
- El surrealismo de Pierre Marcolini en Mister Mystère
- Tentetieso, el huevo de Pascua en movimiento de Enric Monzonis
- Viaje a la niñez con Mariana García
- El león enmascarado de Miquel Guarro
La creatividad de Pierre Marcolini vuelve a estar presente en su colección de Pascua en la que juega con el engaño visual o trampantojo (trompe l'oeil en francés), ante la que uno no puede parar de preguntarse: ¿es un huevo, un conejo, un sombrero? Con este genio del chocolate llegamos a la cuarta parada de nuestro recorrido por la presente temporada de Pascua en el sector artesano.
Todos los conocimientos vanguardistas del chef belga se reflejan en L'oeuf au chapeau (El huevo de sombrero). Una pieza formada por un huevo de chocolate negro cubierto con un sombrero hongo de chocolate blanco, complementado con dos cajones llenos de una gran cantidad de mini huevos y animales de caramelo. Bajo la vieja proclama magritteana "ceci n'est pas" (esto no es), el maestro chocolatero subvierte cada una de sus tres ideas de referencia -huevo de pascua, conejo de pascua y sombrero- para servir este elegante juego de confusión.
En esta misma línea enigmática, Marcolini propone Le Grand Chapeau Oreille (El sombrero de orejas grandes). Un bombín de chocolate con leche y chocolate blanco, acompañado de 16 pequeños huevos de cuatro sabores (praliné de pistacho de chocolate blanco, praliné de almendra de chocolate blanco, praliné de avellana de chocolate blanco y praliné de chocolate con leche). Además, su formato mini, Le Mini Chapeau Oreille (El mini sombrero de orejas grandes), está disponible en tres versiones (chocolate negro, chocolate con leche y chocolate blanco) y cada de ellas esconde un pequeño huevo de praliné.
Y para los más juguetones, los Oeufs Mystérieux (Huevos misteriosos), en chocolate negro o chocolate con leche, en los que hay dibujado un misterioso candado y un conejo. Los que se atrevan a abrirlos, se encontrarán con una dulce sorpresa: deliciosos pequeños huevos de praliné. Con Pierre Marcolini este año, el misterio está servido.