Un sueño hecho realidad
Por muchos motivos, la recién victoria del combinado español en la Copa del Mundo de Pastelería es un hecho histórico, extraordinario y de gran alcance. Aún está muy viva la intensa emoción de oír a Gabriel Paillasson anunciar "l'Espagne" después de unos segundos interminables y confirmar así lo que para muchos era ya una verdad a voces, pero que el sentido común, la prudencia y especialmente los muchos años de decepciones en este campeonato, nos hacían imposible concebir. Justamente por ese motivo, por la intensidad de las emociones que nos embargaron hace poco más de 24 horas, no es momento todavía para analizar con detalle el logro del equipo español, de Jordi Bordas, Julien Álvarez, Josep Maria Rodríguez y su entrenador Yann Duytsche, y las positivas consecuencias que se derivan.
Más bien es un momento de saborear la medalla de oro y de atender a los datos más evidentes que salieron a relucir. El primero es la contundencia de la victoria, alcanzando los 5.678 puntos sumados, más de 200 puntos sobre el segundo, Italia (5.450), y a 300 del tercero Bélgica (5.357). España quedó en primera posición de todos los valores puntuables, excepto en trabajo, donde se vio ligeramente superada por Italia.
El principal elemento que permitió una victoria así de clara fue la degustación, España mereció el premio a la mejor degustación y sólo hace falta apreciar el impecable trabajo sobre todos los postres (tarta de chocolate, tarta helada y postre en plato) para comprender porque España se impuso al resto.
Quizá con más calma, también tendremos oportunidad de explicar las características de cada uno de los trabajos, cómo es posible por ejemplo que Japón, una de las grandes potencias que acostumbra a hacer podio en esta cita, volviera a quedar relegada a la cuarta posición, a pesar de merecer el merecido premio a la mejor escultura de hielo y también el premio a la mejor tarta de chocolate otorgado por la prensa, entre ésta, nosotros. Otros premios especiales dignos de mención, fueron el de la pieza artística de chocolate para Taiwan y el de la pieza de azúcar para Estados Unidos.
En definitiva, estamos muy contentos por esta victoria española y por lo que significa, esperamos encontrar el momento para ordenar los centenares de fotos que hicimos, los vídeos, las notas de prensa, los dossieres de equipo, las crónicas de cada momento, las emociones y, con todo esto, preparar un reportaje sin perder detalle, que sirva de recuerdo y reflejo de lo que supone un momento único para la historia de nuestra pastelería.